jueves, 27 de octubre de 2016



A veces por supuesto usted sonríe, y no importa lo linda o lo fea, lo vieja o lo joven, lo mucho o lo poco que usted realmente sea.
Sonríe. Cual si fuese una revelación, y su sonrisa anula todas las anteriores, caducan al instante
sus rostros como máscaras, sus ojos duros, frágiles, como espejos en óvalo.
Su boca de morder, su mentón de capricho, sus pómulos fragantes, sus párpados, su miedo.
Sonríe, y usted nace. Asume el mundo, mira sin mirar, indefensa, desnuda, transparente.

Y a lo mejor, si la sonrisa viene de muy, de muy adentro, usted puede llorar sencillamente, sin desgarrarse, sin desesperarse, sin convocar la muerte ni sentirse vacía. Llorar, solo llorar.
                                                           
Entonces su sonrisa, si todavía existe, se vuelve un arco iris.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Día del Director 28 de Septiembre

Existen personas maravillosas, que te conducen a otras personas maravillosas. Hacen el bien sin siquiera darse cuenta. Contagian energía positiva sin proponérselo, simplemente les sale. Sonríen y derraman tranquilidades, estimulan las almas ajenas. Podemos reconocerlos enseguida, son los que no caminan apurados pero nunca llegan tarde. Son los que cuando hablan dicen cosas que te hacen pensar. Son los que ayudan sin esperar nada a cambio. Los que perciben lo que carga el otro como si fuese propio. Los que no se ocupan de otra cosa que no sea ser ellos mismos. Saben ver y observar al mismo tiempo, se detienen ante los detalles y en lo simple ven lo  inmenso. Hay personas maravillosas cerca nuestro. Son seres que solo tienen luz adentro. Que saben que tan bien pueden hacerte con un simple gesto. Una de esas personas es Ivana Dietrich y aunque el título le quede chico, es mi directora. Pero lo que en verdad significa para todos sus alumnos no entra en palabras.

Al estar en sexto año el tiempo para responder a la pregunta de qué queres ser cuando seas grande se va perdiendo, y las dudas van aumentando cada vez más. Estoy a pocos meses de terminar la mejor época de mi vida y puedo decir que cuando sea grande quiero ser como mi directora, con el alma tan tranquila y la energía equilibrada. En el mundo hay muchos modelos a seguir, que lindo poder decir que yo veo al mío todos los días. Y es increíble a los lugares que te puede conducir con solo palabras. Es admirable la paz que transmite, la espontaneidad con que es, y lo mucho que podes aprender de ella en tan poco.

Ivana, gracias por convencerme cada día de que no hay nada mejor que tenerte como directora. Es difícil describirte, porque no puedo ser objetiva y me cuesta separar lo que sos de lo que te quiero. Pero se que convertiste a la Agro en el único lugar en el que soy yo misma. Gracias por darme la seguridad que necesito para enfrentarme al mundo, por ayudarme a quererme y respetarme como soy, por darme seguridad y alejar cualquier miedo con solo tenerte cerca.

Gracias por la paciencia infinita y esos abrazos que siempre nos vuelven a armar. Te deseamos con el corazón la felicidad eterna y los bellos milagros que te mereces.

“Que quizás se puede estar mejor lejos, muy lejos.
Pero que me prefiero acá, donde siento, donde estás.”

jueves, 15 de septiembre de 2016


Con la sencillez con que me mirabas cuando me mirabas, clavando tus ojos en los míos y diciendo que no ocultabas nada sin decirlo y sin que lo preguntara, entraste a mi vida.
Quisiste de mi lo que ni yo quería. Mantuviste la calma y no se como lo hiciste, pero desde que llegaste desee que te quedaras. Que abrazaras todas las ganas que me diste de quererte. Y que ya no te vayas, que me muero por tenerte conmigo para siempre. 
Trajiste contigo tu mundo al mio y lo cambiaste todo tanto. Sin decirme mas volviste a mirarme, con la sencillez con que me abrazaste la primera vez y con lo que causaste en mi con tan solo un beso. Un beso de esos que te hacen latir el alma. Por la simpleza de no querer sentir nada y sentir tanto de todo. Creo que querer por mucho tiempo me había dado vértigo, pero con vos sentí, que el te quiero no alcanzaba. Me haces bien.

domingo, 21 de agosto de 2016

PABLO NERUDA -

El pie del niño aún no sabe que es pie,
y quiere ser mariposa o manzana.

Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,
y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar,


que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces fue derrotado, 

cayó en la batalla,
fue prisionero, condenado a vivir en un zapato.


Poco a poco sin luz
fue conociendo el mundo a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.

Aquellas suaves uñas
de cuarzo, de racimo,
se endurecieron, se mudaron
en opaca substancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niño
se aplastaron, se desequilibraron,
tomaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron, se cubrieron
con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.

Pero este ciego anduvo
sin tregua, sin parar
hora tras hora,
el pie y el otro pie,
ahora de hombre o de mujer,
arriba, abajo,
por los campos, las minas,
los almacenes y los ministerios,
atrás, afuera, adentro, adelante,
este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo
de estar desnudo en el amor o el sueño,
caminó, caminaron
hasta que el hombre entero se detuvo.

Y entonces a la tierra
bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro,
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudiera
ser manzana.


jueves, 11 de agosto de 2016

Fragmentos de “El Túnel” de Ernesto Sabato

Físicamente, no aparentaba mucho más de veintiséis años, pero existía en ella algo que sugería edad, algo típico de una persona que ha vivido mucho, no canas ni ninguno de esos indicios puramente materiales, sino algo indefinido y seguramente de orden espiritual; quizá la mirada, pero ¿hasta qué punto se puede decir que la mirada de un ser humano es algo físico?; quizá la manera de apretar la boca, pues, aunque la boca y los labios son elementos físicos, la manera de apretarlos y ciertas arrugas son también elementos espirituales.




domingo, 7 de agosto de 2016

"La gente que me gusta" - BENEDETTI

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios. Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio. Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto. Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su energía, contagia. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones. Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad. Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Cambié cuando entendí que cambiar era crecer, crecí cuando cambié mi forma de entender. Reí para llenarme y lloré para vaciarme; recordé abrazos que me olvidaron y olvidé personas que se quedaron. Soñé cosas que nunca viví y viví cosas que siempre soñé. Lastimé y me lastimaron, amé y no me amaron, me amaron y no ame, perdoné y me perdonaron. Me caí y me levantaron, me equivoqué, acerté, tropecé y también volé. Pasé por mi pasado, me pisé y lo pisaron, me abrasé y lo abrazaron. Fui peor de lo que fui y seré mejor de lo que soy; tengo lo que di y tendré lo que doy. 

Si el pasado hace tu presente, tu presente hace tu futuro. 
Se puede morir dos veces si se vive sin vivir.